La copia literal es un documento expedido por los Registros Públicos (SUNARP), en la que figura la historia de un inmueble, por ejemplo, quienes fueron sus propietarios, área del terreno y área de construcción que tiene el inmueble, así como también, comprende los gravámenes que pudo haber tenido el inmueble. 

En ese sentido, el interesado en adquirir el inmueble debe leer la copia literal de la propiedad inmobiliaria antes de firmar el contrato.    

La copia literal contiene la ubicación del inmueble, los títulos de dominio, es decir, donde aparecen todas las transferencias que ha tenido la propiedad inmobiliaria, así como también, contiene las anotaciones judiciales y extrajudiciales que tiene el inmueble, por ejemplo, los embargos, hipotecas legales, etc. 

Asimismo, la copia literal comprende, los títulos de dominio, en el que se podrá comprobar si el que vende es el actual propietario, para poder interpretar adecuadamente se apreciará si la persona figura en la copia literal como el último propietario. 

La mejor forma de interpretar la copia literal, es mediante la verificación de apreciar si el inmueble está hipotecado, o si tiene algún embargo, o quizás sí aparece en la copia literal una carga técnica.   

Del mismo modo, en las cancelaciones, se debe tener cuidado al revisar la copia literal a fin de ver si el inmueble se encuentra en un trámite de separación de bienes, o de sucesión intestada, que antiguamente se denominaba declaratoria de herederos, o si aparece en la copia literal en el registro personal, la muerte presunta de uno de los propietarios, o alguna incapacidad del propietario, etc.     

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