En este artículo describiremos los principales factores que pueden influir en la determinación del precio:
El entorno en donde se encuentre la vivienda que quieres poner en el mercado influye en su precio de salida.
El estado de conservación de la vivienda y el edificio, la planta en la que se encuentre, las instalaciones con las que cuenta el edificio, o su orientación.
Tener vecinos conflictivos, como los precarios o los que no respetan las normas de convivencia.
Las propiedades ubicadas frente a las zonas verdes abandonadas.
Locales o negocios en las primeras plantas, o el paso de los trenes que sean ruidosos o la cercanía ha principales paradas de autobús, esto hace depreciar porque crea contaminación sonora a pesar de tener ventaja un medio de transporte que es tan importante como el público.
Estos son algunos puntos extras que se suman a los ya existentes como la antigüedad de la vivienda, saneamiento documentario, etc., que amenazan el valor de tu vivienda. Está claro que la depreciación no solo se da en el interior, también afecta el entorno y, cuanto más cercano está problema, mayor es la devaluación.
Pero no todos los elementos externos a la vivienda van a ser negativos.
También hay aspectos positivos que no puedes olvidar para determinar el valor de tu vivienda como:
La cercanía de colegios de calidad, las zonas deportivas, la seguridad de tu barrio, la buena comunicación con el centro de la ciudad y tu lugar de trabajo.
La implementación de tu zona en cuanto a transporte, comercio y rehabilitación de edificios.
La gentrificación de una zona degradada que se renueva totalmente o zonas semiindustriales que van cambiando y se convierten en residencial puede ayudarte a valorar el precio de tu casa, o decidir lo que estás dispuesto a pagar si estás buscando nuevo hogar.