El COVID no ha afectado igual en todos los segmentos del mercado inmobiliario.

Si observamos el mercado residencial inmobiliario (de casas y departamentos), la evolución de la pandemia global tuvo un comportamiento moderado, si consideramos que el déficit habitacional en el país es muy significativo y que cada año se forman más de 200,000 nuevas familias. Por otro lado, la demanda efectiva de unidades inmobiliarias, inicialmente se redujo drásticamente, por la paralización de actividades en casi todos los sectores económicos, priorizando consumos en alimentación y salud. Sin embargo, los alquileres se adecuaron a la nueva situación y las compras-ventas se limitaron a la necesidad de techo, principalmente en el segmento de la vivienda social. El sistema financiero, de la mano del ente monetario rebajó las tasas activas de interés y llegó a niveles antes nunca vistos, lo que permitió posteriormente un rebote estadístico de colocaciones de créditos hipotecarios y ventas sobre todo de producto nuevo.

Por otra parte, el mercado de oficinas se vio muy afectado por el distanciamiento social y el home-office. En todas las categorías (Prime, Sub-prime, boutique y coworking), aumentaron significativamente la vacancia de las oficinas y la curva de aprendizaje empresarial, dejó una lección: que era posible hacer el trabajo a distancia, con la consiguiente reducción en costos fijos. Como consecuencia, la industria de la construcción dedicada a condominios de oficinas y torres empresariales, ha sufrido el impacto.

El segmento comercial de locales ubicados en los principales corredores, también se ha visto seriamente afectado, sobre todo los que pertenecen al segmento de restaurantes, hotelería y casinos (HORECA). Y en el caso de los malls, los aforos han reducido la afluencia de público, con la consecuente reducción de la demanda. Esto hará en el corto y mediano plazo, que no se desarrollen nuevos proyectos comerciales.

Si observamos el segmento de almacenes, hemos contabilizado un incremento notable en la demanda de almacenes urbanos, conocidos como “last mile” (última milla), debido al crecimiento del ecommerce . También se demandaron dark kitchen, para despachos delivery. Los almacenes industriales de productos de primera necesidad (alimentos, sanitarios), también han tenido un incremento en la demanda.

El segmento industrial sigue siendo estable y continua en expansión en los parques ubicados en el sur y este de Lima, con precios estables hace más de cinco años.

Identificar las oportunidades del mercado inmobiliario es tarea de todo Agente Inmobiliario, realizando estudios del mercado sectorial inmobiliario.

Escrito por German Gordillo Arcelles