El phishing inmobiliario es una de las muchas, casi infinitas, modalidades de este delito cibernético , también conocido en los países hispanohablantes como “pesca”. Se trata del envío de correos electrónicos desde una fuente presuntamente conocida pero que en realidad se trata de impostores haciéndose pasar por tal empresa o entidad para obtener nuestros datos personales y/o estafarnos alguna cantidad de dinero.

Es un delito de fraude cada vez más presente en sectores como el inmobiliario o el financiero. ¡Ojo!, en ocasiones no se trata de emails, sino de SMS, o incluso mensajes de whatsapp.  

Habitualmente se trataba de mensajes con una desaliñada redacción y con enlaces extraños, en los últimos años se han ido refinando las técnicas de los delincuentes y la presentación de estos correos.

Pagar al contado y otros datos que no debemos facilitar

Otras formas, por cierto qué más graves, de phishing inmobiliario, nos proponen pagar inmediatamente al contado por un inmueble, para por supuesto adueñarse del dinero sin dejar rastro alguno. O incluso un inquilino nos ofrece pagarnos la fianza de una vivienda que ofrecemos en alquiler.

Nos paga más dinero del acordado, y, cuando le devolvemos el sobrante, resulta que hemos colaborado sin saberlo en un delito tipificado de blanqueo de capitales.  

Los datos de vendedores y arrendadores son muy apreciados por los estafadores en el ámbito inmobiliario, pues con ellos pueden difundir anuncios falsos con los que tomar grandes cantidades de dinero.  

¿Cómo podemos evitar esta estafa?

Podemos seguir las siguientes recomendaciones:  

• Ninguna entidad financiera, sitio web inmobiliario o agencia nos va a pedir nuestras claves de acceso a un área privada de usuario ni por correo, ni por whatsapp ni por SMS.  
• Tenemos que observar pequeños detalles, como que a veces el formulario con enlace no es tal formulario, sino una imagen en PNG incrustada en el cuerpo del correo o mensaje.  
• El enlace y el correo de origen tampoco coinciden con los de la empresa verdadera. Lo más prudente cuando haya dudas al respecto es comparar.  
• Es preciso desconfiar de los mensajes con códigos de seguridad que no hemos solicitado.  

Antes de dar clic al enlace de un remitente dudoso o de dirigirnos a anuncios inmobiliarios falsos, es fundamental que tomemos precauciones.  

Si te gustó este artículo suscríbete a nuestro blog inmobiliario