Uno de los mayores miedos que tiene un propietario al poner en alquiler su propiedad, es encontrarse con un mal inquilino. El tener un mal inquilino puede causar tener muchos impases a futuro, los cuales debemos buscar evitar, debido a que muchos de estos pueden llegar a instancias legales, lo cual ocasionará procesos complicados, extensos y costosos.
En razón a ello, para evitar este tipo de circunstancias el propietario deberá realizar diversas acciones para poder reducir el riesgo de alquilarle a personas no deseadas, que querrán aprovecharse de cualquier ventaja que tengan como inquilinos, ya sea no pagando el alquiler o los servicios, quedándose ilegalmente en el bien, realizando daños a la propiedad no separándolos, entre diversas situaciones más.
Es así que para evitar estas situaciones deberás desplegar las siguientes acciones:
En primer lugar, antes de realizar cualquier acción de averiguación sobre tu inquilino, te sugerimos contar con un buen contrato de arrendamiento, ya que esto te servirá de herramienta para evitar o contrarrestar cualquier problema que puedas tener.
Una vez tengas a tu posible inquilino, lo primer que te recomendamos, es conversar con él directamente, preguntarle aspectos personales, laborales, por ejemplo, para saber su sustento económico para cubrir la renta; entre otros, de esta forma podrás conocer mejor a tu inquilino y te podrás percatar de alguna señal poco confiable que exista. Trata de que esta conversación sea amigable e informal, de esta forma podrás tener un vínculo más personal con tu inquilino.
Como tercera recomendación, deberás solicitarle documentos personales, tanto de él como de las demás personas que vayan a vivir en tú propiedad. Deberás solicitarle documentos tales como: Documento Nacional de Identidad (DNI), documento de antecedentes penales, documentos que acrediten su actividad laboral, ya sea alguna identificación o contrato laboral.
Deberás solicitarle documentos que acrediten su solvencia económica o que no cuenta con deudas, como por ejemplo alguna carta de no adeudo o algún otro documento que certifique que es una persona con la capacidad de poder solventar el alquiler.
Como punto número 5 también es recomendable, teniendo los datos del inquilino buscarlo en la plataforma virtual llamada “Registro de Deudores Judiciales Morosos”, en donde se encuentran aquellas personas que no han cumplido con pagar el alquiler de alguna otra vivienda. Asimismo, se precisa que los deudores que aparecen en esa lista no pueden borrar su nombre y sirve como un gran referente para quien busque celebrar contratos con ellos; el acceso a esta información es pública y gratuito a través de la página del Poder Judicial.
Por último, te sugerimos que le solicites a tu inquilino, una garantía, algo que es muy común en casos de arrendamiento y muy efectiva; usualmente esta garantía es equivalente al momento que oscila entre un mes y tres meses del costo del alquiler. Usualmente un buen inquilino no va a tener problemas con abonar dicha cantidad, y asimismo tendrá un dinero en caso de que surja cualquier inconveniente con la propiedad.
Si no observa nada extraño al momento de realizar las acciones antes mencionadas, lo más probable es que nos encontremos frente a un buen inquilino y existan problemas con esta persona a futuro. Sin embargo, si en algún momento llegara a surgir algún tipo problema ya sea con el inquilino o algún familiar, te sugerimos que sobre todo prime el diálogo, y que esta situación no llegue a mayores, de esta forma encontrarás una solución que beneficie a ambas partes; en caso no sea así, lo recomendable es que ambas partes resuelvan el contrato en los mejores términos; de esta forma evitarás que esta situación llegue a temas legales, que lo que conlleva será un proceso costoso y extenso.